Esta plaza se encuentra rodeada de viejos palacios, es una de las plazas más bonitas e impresionantes de la ciudad, en su conjunto es uno de los testimonios mejor conservados de la arquitectura barroca colonial de los españoles en el continente americano.
Al iniciarse la colonización de la Habana, se encontraba aquí un pantano, los antiguos documentos mencionan una Plaza de la Ciénaga. En dicha Plaza desemboca el primer acueducto artificial: La Zanja Real comenzada por Francisco de Calona (1556) y terminada (1592) bajo el mando de D. Juan de Texeda, traía el agua desde el Río Almendares recorriendo unos 2 Km. hasta llegar al boquerón abierto en un muro del Callejón del Chorro (hoy día Callejón de San Ignacio) para proveer de agua al poblado y a las tripulaciones de los navíos. La lápida conmemorativa del Chorro (en la esquina del edificio de la Galería de Arte con el Callejón de San Ignacio) recuerda aún hoy día el primer acueducto construido en la isla por los españoles.

Posteriormente se deseca el pantano y a fines del siglo XVIII se levantan las construcciones que están en torno suyo como son "La Catedral de la Habana", la Casa del Conde de Lombillo, el Liceo Artístico y Literario y los actuales : restaurante "El Patio" y Museo de Arte Colonial.